Detectan microplásticos en alimentos de consumo humano, según la FAO
La producción y uso de microplásticos en el mundo creció exponencialmente desde la década de 1950 hasta rebasar los 320 millones de toneladas en 2015 y éstos se han detectado en alimentos de consumo humano, alertó la experta del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO, Esther Garrido.
Los microplásticos fueron detectados en alimentos como la cerveza, la miel y la sal de mesa, pero son los mariscos la fuente mejor conocida a la que se expone el consumidor.
Garrido dijo que a pesar de que los filetes de pescado y los peces grandes son dos de los productos más consumidos de la pesca, estos no constituyen las fuentes más probables o significativas de microplásticos.
“Si yo tengo un pescado al que normalmente le quito las vísceras cuando lo voy a consumir, muy probablemente yo no voy a estar consumiendo microplásticos”, añadió, citada por el portal Noticias ONU.
Así que desde el punto de vista de la inocuidad alimentaria “el riesgo es menor”, consideró.
Pero “cuando hablamos de animales o pescados pequeños que se consumen enteros, cualquier animal marino que se consuma con el intestino, pues podemos decir que los humanos estamos expuestos a la ingesta de esos microplásticos que previamente han ingerido en el medio marino”, aseguró Garrido.
Sea micro o macro, el plástico está causando estrés en los ecosistemas marinos y afectando los recursos pesqueros y acuícolas y es por ello por lo que se necesita aumentar la conciencia pública y limitar las fuentes y descargas de este material en el medio marino.
De hecho, más de 220 especies diferentes ingieren desechos microplásticos en condiciones naturales, muchas de ellas consumidas por humanos, como mejillones, ostras, almejas y camarones.