México deja de ser el país latinoamericano más atractivo para la inversión energética
La política energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, enfocada a centralizar el control de todos los elementos de la cadena de valor de la industria energética en las manos de los empresas productivas del Estado y limitar la participación privada, ha provocado que México haya pasado de ser el país de América Latina y del mundo emergente más atractivo para la inversión en el sector energético a suscitar la desconfianza de los inversores.
El pasado 15 de mayo la Secretaría de Energía decidió limitar el acceso a proyectos de energía renovable a las empresas privadas, dando más peso de este modo a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“La política (energética) está matando la inversión privada en México, no solamente en el sector energético, también está impactando mucho a la inversión en otros sectores”, asegura el director del Instituto México del Wilson Center, Duncan Wood, quien afirma que estas nuevas reglas en el sector han hecho que los inversores pierdan la confianza en el país ante el temor de que no se respeten sus contratos y se establezca un marco regulatorio desnivelado.