Ford de México anuncia nuevos planes de inversión
Ford de México anunció que para este 2017 iniciará la producción de motores y transmisores de última generación en México y para el año 2018 comenzará a producir el nuevo Focus en la planta de Hermosillo, con lo que el complejo alcanzará al límite de su capacidad instalada.
El presidente y director general de la compañía estadounidense en el país, Gabriel López, reiteró que Ford “no se va de México” y que “para mediados del año la planta de transmisiones en Irapuato comenzará la producción de unidades de última generación que se exportarán al mundo”.
Abundó que además con la “ampliación de 70 mil metros en la planta de Motores en Chihuahua se comenzará a producir a finales del año y el Focus en Hermosillo se espera empiece a fabricarse a finales del año 2018”.
En el marco del 50 Aniversario del Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores, el directivo recordó en entrevista que las plantas de Irapuato y la ampliación de la de Chihuahua implican una inversión de dos mil 500 millones de dólares y la generación de tres mil 800 nuevos empleos, que se sumarán a los nueve mil existentes.
En tanto, el nuevo Focus que inicialmente se tenía programado fabricar en la planta de San Luis Potosí, cuya inversión fue cancelada, se llevará a Hermosillo, con lo que se generarán 200 nuevos empleos más y cuya inversión aún no está bien determinada.
Mencionó que con el Focus “aseguramos tener la planta llena, lo que implica mantener los empleos ya existentes en Hermosillo y crecer a 200 más para la fabricación del nuevo modelo y con eso llevaremos la planta de regreso a la capacidad máxima”.
Especificó que la planta de Irapuato empezará en junio próximo a producir transmisiones de última generación, no sólo para el mercado de Estados Unidos, sino también para China, India y Europa.
En Chihuahua, hoy existen dos plantas que fabrican motores, unos de cuatro cilindros y una que fabrica el V8 diesel para la serie F del mercado americano. A ese sitio se le está haciendo una ampliación de 70 mil metros cuadrados que se denominará “Chihuahua 3” para la producción de más motores, explicó.
“La verdad es que no nos fuimos de México”, precisó el directivo respecto a la desinversión en San Luis Potosí, de la cual, explicó, “las decisiones se tienen que tomar correctamente en el momento correcto. La decisión no fue buena y no nos gustó, pero se tenía que tomar”.
Explicó que los mercados en el mundo se están segmentando y “la verdad es que los autos de pasajeros están perdiendo espacio”, y estos eran los vehículos que serían producidos en San Luis Potosí.
Dijo que actualmente el consumidor prefiere las SUV´s, cuya causa está determinada en gran parte por el precio de la gasolina que en Estados Unidos es muy barata y se combina con una preferencia por el estilo del vehículo.
“El público se ha volcado a las Pick Up´s y Suv´s que parece que llenan más sus expectativas” y en consecuencia, toda esta oferta lo que ha hecho es profundizar el efecto de segmentación del mercado”.
Explicó que de haber construido la planta de San Luis Potosí, en el momento de comenzar la producción, se hubiera tenido que fabricar la mitad de lo previsto y “las plantas cuando están a menos de 85 por ciento de su capacidad operativa son muy ineficientes”.
“No nos gustó tomar la decisión, pero es la decisión correcta para los accionistas. No tiene que ver con cuestiones políticas”, argumentó.
En cuanto al terreno donado por el gobierno del estado para la planta, reveló que al cancelar el proyecto, la empresa automotriz debe devolverlo y para ello se realiza el proceso jurídico y administrativo correspondiente.