Encuentro entre presidentes Trump y Xi Jinping marcado por la incertidumbre
Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúna con su colega chino Xi Jinping esta semana en Florida, el encuentro estará marcado no sólo por profundas divisiones políticas, sino también por un choque de personalidades.
Ambos mandatarios pueden tener una cosa en común: su retórica acerca de restaurar la grandeza de sus naciones. Pero los dos hombres difieren en casi todos los demás aspectos, desde su estilo político hasta su experiencia diplomática.
Cinco meses después de su elección en una campaña electoral que se caracterizo, ente otras cosas, por atacar a China, Trump ha mantenido un perfil alto contra Beijing, lo que ha planteado dudas sobre si las dos mayores economías del mundo pueden encontrar un terreno común.
El presidente de Estados Unidos firmó el viernes pasado una serie de decretos que diseccionarán durante los próximos 90 días el déficit comercial anual.
En esta revisión, según productos y países, China destacará al ser uno de los principales responsables de dicha brecha comercial: Beijing se postuló como el mayor contribuyente al déficit de 734 mil millones de dólares del comercio de bienes de Estados Unidos durante el año pasado.
“Trump asume que China se está tirando faroles y que cederá si Estados Unidos adopta una línea dura, pero en algunos aspectos esta es una suposición incorrecta”, asegura Richard C. Bush, director del Centro de Estudios Políticos para Asia Oriental.
En este sentido, Bush señala que la debilidad del yuan frente al dólar en estos momentos “es el resultado de las fuerzas del mercado, no de la intervención del mercado, como ocurrió hace una década”.
Al mismo tiempo, añade que es cierto que la competencia con el gigante asiático ha ocasionado “cierta pérdida de empleo” en el país, pero “la transformación tecnológica es la razón principal”.
Al contrario que Trump, Beijing intentó limar asperezas antes de la visita del presidente chino a Estados Unidos.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, dijo la semana pasada que los lazos económicos y comerciales de los dos países son altamente complementarios.
“China espera hacer esfuerzos conjuntos con Estados Unidos para ampliar la cooperación comercial, tratar de manera apropiada las fricciones comerciales mediante el diálogo y mantener un crecimiento sano y estable de las relaciones económicas y comerciales”, dijo en rueda de prensa.
Corea del Norte se convertirá en el principal escollo en la próxima reunión que mantendrán esta semana el presidentes Trump, y su homólogo Xi, como reconoció el propio dirigente y la embajadora de Washington ante la ONU, Nikki Haley.
En una entrevista con la cadena de televisión ABC, la diplomática dijo que su país no “aceptará las excusas de China diciendo que les preocupan (las acciones de Pyongyang). Nos tienen que demostrar lo preocupados que están. Tienen que presionarles. El único país que puede parar a Corea del Norte es China”.
Trump y Xi Jinping se encontrarán por primera vez en Florida los próximos días 6 y 7 de abril en una cita que el mismo inquilino de la Casa Blanca ha reconocido que será una entrevista “muy difícil”, según expresó en uno de sus habituales tuits.
Haley añadió que Corea del Norte será el “principal motivo de conversación” de ambos mandatarios y dijo que Washington continuará “presionando” a Beijing para que cambie su política respecto a Pyongyang.
El mismo Trump advirtió en otra conversación con el diario Financial Times que “si China no resuelve (el problema de) Corea del Norte, lo haremos nosotros”, añadiendo que “no voy a decir nada más”.