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El déficit comercial crece un 7,5 % en el primer trimestre de Trump

El déficit comercial de Estados Unidos se mantuvo estable en marzo, con una leve caída del 0,1 % con respecto a febrero que dejó el saldo total en 43.700 millones de dólares, pero registró un alza del 7,5 % en el primer trimestre del año, el primero en el poder del presidente Donald Trump.

En marzo las exportaciones del país cayeron un 0,9 % y sumaron 191.000 millones de dólares, mientras que las importaciones disminuyeron un 0,7 %, hasta los 234.700 millones, informó hoy el Gobierno.

El saldo comercial negativo de marzo fue el menor desde octubre pasado e inferior a los pronósticos de los analistas, que anticipaban un déficit mayor, de alrededor de 44.500 millones de dólares tras la cifra de 43.800 millones de febrero.

De este modo, en los primeros tres meses del año que coinciden con la llegada al poder de Trump, el déficit comercial creció un 7,5 % respecto al mismo periodo de 2016, con alzas tanto de las exportaciones como de las importaciones.

Trump ha hecho de su cruzada contra el déficit comercial una de las prioridades de su mandato, y ha atacado directamente los abultados saldos negativos con México y China, al asegurar que muestran cómo esos países se están aprovechando del mercado de EEUU.

Según el informe del Departamento de Comercio divulgado hoy, en marzo el déficit del país en su comercio con China creció un 7 % con respecto a febrero y alcanzó los 24.600 millones de dólares.

En cuanto al comercio con México, el aumento del déficit en marzo frente al mes anterior fue superior al 20 % y la cifra total quedó en 7.000 millones de dólares.

Por su parte, y en el acumulado de los primeros tres meses del año, el déficit con México aumentó un 14 %; mientras que el de China creció un 1,2 %.

El dato se espera que aporte más munición al Ejecutivo de Trump a la hora de exigir mejores acuerdos comerciales con sus socios internacionales.

En su agenda de nacionalismo económico, Trump ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994 con Canadá y México.

La pasada semana, Trump sorprendió a todos al afirmar que estaba listo para sacar a EEUU del TLCAN de una vez por todas, pero que finalmente había optado por renegociar el acuerdo después de hablar con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Pese a sus amenazas iniciales, con China el mandatario ha suavizado su postura, y ha asegurado que está dispuesto a ofrecer un mejor acuerdo comercial con el gigante asiático a cambio de que ayude a rebajar las tensiones con Corea del Norte.

Asimismo, ha instado al secretario de Comercio, Wilbur Ross, a iniciar varios proceso de revisión de importaciones de determinados productos, como acero o aluminio, para estudiar posibles prácticas “injustas”.

En concreto, la semana pasada, el gobierno impuso un arancel del 20 % a la madera procedente de Canadá con el argumento de que estaba siendo subsidiada por el vecino del norte y suponía una desventaja para los productores nacionales.

El cambio de rumbo de Washington en materia de comercio internacional fue uno de los principales temas de discusión en la reciente asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha generado preocupación internacional ante el posible desencadenamiento de guerras comerciales.

Tras las presiones de EEUU, el Fondo decidió sacar de su comunicado la habitual referencia a combatir todas las formas de proteccionismo, y adoptó un lenguaje mucho más suave en el que instaba a favorecer el impulso comercial para el crecimiento económico.

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