Nuevo TLCAN avanza con segunda ronda, pero sin tocar los temas más polémicos
Canadá, EE.UU. y sobre todo México celebraron hoy el cierre de una “exitosa” nueva ronda para modernizar el TLCAN en la que, si bien hubo avances, los asuntos más espinosos no se pusieron sobre la mesa.
“Concluimos exitosamente la segunda ronda de negociaciones”, dijo el ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
Del 1 al 5 de septiembre tuvo lugar en la Ciudad de México una nueva tanda de conversaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un convenio del 1994 que el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, quiere cambiar porque lo considera perjudicial para la industria del país.
Flanqueado por la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, Guajardo remarcó que el compromiso de los tres países es el de una negociación “acelerada e integral” que pueda acabar antes de fin de año.
Para tal fin, y ahuyentado los fantasmas de una posible salida del TLCAN por parte de Estados Unidos luego de las últimas amenazas de Trump, en cinco días se han reunido más de veinte grupos de trabajo compuestos por expertos comerciales y funcionarios técnicos.
Se lograron avances y la consolidación de propuestas en un solo texto sobre el cual los grupos de trabajo continuarán trabajando en subsiguientes rondas de negociación.
Lighthizer aseguró que, en esta “histórica” negociación, los trabajos van a “paso acelerado”, y Freeland reiteró la necesidad de un nuevo acuerdo “ganar-ganar-ganar” para un bloque comercial “más fuerte que China, Reino Unido y Europa juntos”.
Incluso la patronal mexicana vio un triunfo en esta segunda ronda, pues pudo verificar la buena voluntad de las partes de alcanzar acuerdos regionales, señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Aunque la declaración emitida hoy por los tres países ha sido eminentemente positiva, la realidad es que, cuando se cumplen 20 días del inicio de las negociaciones, los temas más candentes y polémicos permanecen fuera de ruta, intocables.
“Queremos cerrar lo que inmediatamente podamos lograr en el corto plazo. Plasmar en textos concretos, unificados, las diferencias y empezar a discutir los temas de gran complejidad para ver si podemos encontrarle una cuadratura al círculo”, dijo Guajardo en rueda de prensa.
Entre los logros iniciales está la cooperación en pequeñas y medianas empresas y la facilitación del comercio. Así como el capítulo energético, que todas las partes consideran en que ha de ampliarse.
Pero quedan grandes pendientes. “Hay posiciones totalmente encontradas y hasta el momento no ha habido una vía alternativa para aterrizar las diferencias”, reconoció Guajardo al ser cuestionado sobre el capítulo 19, de solución de controversias entre países miembros.
De la misma manera, ni el déficit comercial ni las reglas de origen han sido tratados estos últimos cinco días en México.
Una ausencia de propuestas en estos puntos que se vendió, por lo menos ante los medios, como buscada y consensuada. Se trata de dejar lo más truculento para el final, cuando los cimientos del nuevo acuerdo estén más asentados.
El capítulo laboral es uno de los pendientes que, al parecer, más quebraderos de cabeza puede dar a México.
“Tenemos que atender las necesidades de aquellos perjudicados por el TLCAN actual, especialmente los trabajadores de manufactura” de Estados Unidos, remarcó Lighthizer.
En su mensaje, de menos de tres minutos, instó también a elevar “los estándares de vida” de los obreros en Canadá y México.
“El objetivo de toda negociación comercial es tener un impacto favorable en la calidad de los empleos generados y en el nivel salarial”, aseguró a su vez Guajardo.
Aunque esta respuesta, sumada a la promesa de mayores derechos laborales, quizás sepa a poco al tratarse de uno de los asuntos más enquistados de México, una de las naciones de América Latina con el salario mínimo más bajo y cuatro de cada diez habitantes pobre.
Desde el corazón simbólico de esta trifulca, un México que depende enormemente del comercio con su vecino del norte, los tres equipos negociadores mostraron hoy buena sintonía. Al menos públicamente.
Tampoco se salieron del guión. Ni en el mensaje a medios ni en la rueda de prensa que ofrecieron por separado al finalizar el evento.
“¿Quién ganó el ‘round'”, le preguntó una reportera de Guajardo a modo de cierre. “Aquí ganamos todos, porque seguimos en la mesa”, le dedicó el secretario.
El próximo asalto -la tercera ronda de negociación- será en Ottawa, Canadá, del 23 al 27 de septiembre. Allí se esperan los primeros resultados firmes y quizás anuncios más determinantes para conocer el verdadero rumbo de las negociaciones.