Record Guinnes para obra pictórica en el muro fronterizo entre Tijuana y San Diego
Artistas plásticos de diferentes partes del mundo se han unido al proyecto del pintor Enrique Chiú para elaborar en Tijuana el mural más grande del mundo, utilizando como lienzo la barda divisoria entre México y Estados Unidos.
“Con el mural de la hermandad, que es como le llamamos nosotros, estamos pintando desde Playas de Tijuana, donde empieza el mar y El Soler, llevamos dos kilómetros. Hay espacios que se han dejado de pintar porque son los cañones”, explica Chiú.
La idea es llenar todos esos huecos, pero en ocasiones ha resultado difícil, porque se necesitan cuerdas para atarse a un objeto fijo, y evitar caer a barrancos de más de 20 metros.
El tema en torno al cual alrededor de dos mil personas han expresado sus emociones y sus ideas son el amor y la hermandad, en torno al migrante.
Que cada quien aporte lo que tenga en sí: las autoridades que actúen conforme a la ley y sus obligaciones, respetando los derechos humanos de las personas, los patrones con empleo, los profesionistas con orientación y los servicios que estén a la mano, la ciudadanía en general el cuidado y no el rechazo, como corresponde a una sociedad civilizada.
“Es una forma de mandar mensajes a los migrantes que pasan por aquí en su trayecto hacia Estados Unidos, pero también a los ciudadanos que pasan caminando, o en sus autos mientras manejan, a los que migramos, como yo, que salimos de nuestros lugares de origen y nos quedamos en la frontera, para eso está el muro, para despertar la conciencia”.
Pero además, es un grito para las autoridades de ambos países.
“Lanzamos un mensaje para todo mundo: para los que no tienen nada, para los que vienen que son deportados, los que se quedan varados aquí y nada más andan caminando, pero también es un mensaje para el gobierno. Con este trabajo buscamos despertar la conciencia de quienes pueden hacer algo en favor de los migrantes aquí en la frontera, para que actúen, porque es urgente y necesario”.
UN PROYECTO QUE TRASCENDIÓ LAS FRONTERAS
Al principio, la idea de Chiú era únicamente mandar un mensaje utilizando el muro como escaparate, pero el proyecto ha ido creciendo, de modo que toma una dimensión propia.
Hasta el muro donde trabajan estos artistas, han venido periodistas de más de 20 países del mundo a conocer la propuesta y difundirla.
Enrique organiza y aporta la mayor parte de los insumos para realizar el mural y los artistas se van sumando con propuestas de lo más variado: desde un mensaje escrito de paz, diseño gráfico, hasta creaciones únicas como un hombre lanzando un ramo de flores o una ventana, que simboliza que detrás del frío metal, se encuentra realmente un mundo mejor.
El mural de Enrique Chiú alcanzará seguramente más de dos kilómetros, porque él y sus seguidores continuarán trabajando. Por lo pronto, está arrancando proyectos similares en otras ciudades fronterizas como Tecate y Mexicali.
“He realizado este proyecto prácticamente sin presupuesto, con el apoyo espontáneo de personas que ni me imaginaba. Por ejemplo, el director de un medio de comunicación internacional que sin más, me pidió una cuenta para depositar un donativo, así de importante y necesario es hacer conciencia acerca del fenómeno migratorio que en el caso de la frontera vivimos diariamente y que por obligación moral, debemos apoyar”.