Con reforma fiscal en EEUU, retos económicos crecen en un México preelectoral
La reforma fiscal en Estados Unidos añade una preocupación más a México, que en pleno periodo preelectoral, donde se empieza a sentir la volatilidad, deberá renegociar el TLCAN y mantener la estabilidad de la economía y la moneda nacional.
“El siguiente año, sobre todo en el primer trimestre, creemos que será de mucha volatilidad por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones, lo que añadirá presiones inflacionarias”, dijo hoy a Efe la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, Gabriela Siller.
A estos dos factores, que ya se conocían, se le suma ahora la reforma fiscal impulsada por el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, aprobada esta semana por el Congreso y que entrará en vigor el 1 de enero.
Esta recorta impuestos a las grandes rentas y las empresas, reduciendo de forma significativa los aportes al fisco para las compañías de un 35 % a un 21 % y generando siete horquillas de pago fiscal para los individuos.
El profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey Carlos Elizondo, aseguró a Efe que dicha reforma tendrá un impacto para México, sobre todo en “competitividad fiscal”, aunque por el momento se desconoce la magnitud de la misma por falta de detalles.
Para Siller, dicha reforma afecta al país latinoamericano de dos maneras. En primer lugar pierde competitividad porque ahora México solo podrá jugar con la diferencia salarial con Estados Unidos para atraer inversores.
En segundo lugar, si en la primera potencia mundial se produce el crecimiento económico esperado con la reforma, ello conllevará una aceleración en la “normalización de las tasas de interés” de la Reserva Federal, lo que acostumbra a depreciar el peso.
De hecho, el peso ha caído esta semana hasta las 19,72 unidades por dólar, un nivel no visto desde marzo y motivado, en buena parte, por la aprobación de esta nueva normativa fiscal.
Con base en esto, Elizondo recordó que la Secretaría de Hacienda deberá actuar pero cuenta con un problema esencial, una reducción de impuestos implicaría más endeudamiento para el país y México no se lo puede permitir de cara a los mercados financieros.
Ello “lleva a una revisión a la baja de las calificaciones crediticias y a salidas de capitales”, indicó Siller.
La patronal mexicana, a través del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), dijo este jueves estar analizando junto con la Secretaría de Hacienda las “mejores alternativas frente a la competencia que implicará el nuevo diseño tributario del vecino del norte”.
En una entrevista con El Economista, el titular de Hacienda, José Antonio González, reconoció el viernes que se deberá actuar ante la reforma fiscal, que analizan con lupa.
Reconoció que no pueden bajar impuestos por las presiones en la calificación: “Podría salirnos más caro el caldo que las albóndigas”, adujo.
Aunque todavía es pronto, afirmó que cualquier reducción al impuesto sobre la renta corporativo debería ir acompañada de límites a las deducciones, como en Estados Unidos, y en cuanto a personas físicas, consideró innecesarias las modificaciones.
Ni la receta ni el ‘timing’, por tanto, puede ser la misma para ambas naciones.
La analista económica del banco Ve por Más Mariana Paola Ramírez dijo a Efe que para paliar los efectos negativos de la reforma será imprescindible tener algo de paciencia para ver “qué hacen los demás países”.
Elizondo consideró que el Ejecutivo debería presentar su estrategia a partir de enero, tras evaluar los “dilemas” con “claridad” y pese a las presiones de empresarios que exigen una respuesta inmediata.
“México tendrá que hacer una reforma. Pero no puede ser espejo. Y no creo que vaya a darse en un año de elecciones ni en el primer año de gobierno”, agregó Siller.
Pese a la divergencia de opiniones sobre cuándo actuar, los analistas coincidieron en algo; la reforma no es el mayor de los problemas.
“Quienes dicen que es más seria que la salida del TLCAN están equivocados. Porque aquí hay cosas que se pueden hacer desde dentro, aunque todo tenga costos. Pero la mayor incertidumbre hoy proviene del TLCAN, y de las elecciones”, concluyó Elizondo.