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El montaje de la candidatura de Donald Trump

Donald Trump

 
Por: Eric Martínez

Después de la serie de comentarios desafortunados que el empresario estadounidense Donald Trump externó en contra de la población inmigrante de su país, con particular aversión hacia los mexicanos que residen ilegalmente en la “tierra de las oportunidades”, era evidente que las aspiraciones de quien en ese momento destapaba sus intenciones de contender por la presidencia, se verían mermadas.

Y es que parecía ilógico, no desde el punto de vista personal sino estratégico, que alguien que buscaba una candidatura presidencial en un país donde cerca del 20% de la población es latina, realizara declaraciones que denostaban a un sector del electorado clave para cualquiera que desea ocupar la Casa Blanca.

Jeb Bush, hijo y hermano de los dos expresidentes estadounidenses, señaló en su discurso de postulación: “Haré campaña para ganar”, e inteligentemente incluyó frases en español durante su destape en Miami, demostrando un interés por atraer al electorado latino con un movimiento, aunque obvio, necesario.

Es esta obviedad la que hace parecer un montaje la candidatura de Trump, quien lleva el estandarte de la xenofobia como bandera de campaña y la segregación como su principal promesa, reinsertando en la escena política más relevante del país al estereotipo republicano promotor de las medidas antiinmigrantes.

Si bien el efecto contraproducente de sus comentarios era de esperarse, parece ser que al mismo Trump se le ha salido de las manos el control de daños, y ahora las repercusiones de su insensibilidad y su renuencia a rectificar las afirmaciones que hizo, han menguado no sólo a sus aspiraciones políticas, sino a sus negocios.

En menos de una semana, Univision, la cadena televisiva hispanohablante más importante de los Estados Unidos, así como Televisa, líder en audiencia de la televisión mexicana, han cancelado su contrato para transmitir los concursos Miss USA y Miss Universo, parcialmente propiedad de Trump. Ha esto se ha sumado NBCUniversal, una de las principales emisoras de televisión abierta en los EEUU, removiendo al empresario de su aparición en Celebrity Apprentice.

Por otro lado, Ora TV, una empresa productora fundada por Carlos Slim y el presentador de televisión Larry King y financiada por la gigante de telecomunicaciones América Móvil, canceló un programa que estaba trabajando con una de las empresas de Trump.

Un gran número de proyectos del magnate Estadounidense han sido y serán afectados, por lo que este ya respondió al corte de lazos que han realizado diferentes organizaciones y personalidades, presentando una demanda por 500 millones de dólares contra Univisión.

En el documento acusa a la cadena de involucrarse en un intento político para suprimir su libertad de expresión garantizada bajo la Primera Enmienda mientras inicia su campaña por la presidencia de la nación.

Lo que no parece entender es que, al ser instituciones privadas, las compañías tienen total libertad de prescindir de las relaciones comerciales que no comulguen con la imagen corporativa de la empresa. A fin de cuentas, Trump no es la primera celebridad que pierde millones de dólares en contratos después de verse envuelta en un escándalo.

Ya veremos en qué termina la efímera carrera política del empresario, cuya duración hubiera hecho reír al mismo Pedro Lascuráin. Me imagino que esta experiencia será integrada a su currículum como actor, porque el descuido y la ingenuidad del aspirante hacen pensar que esto no iba en serio y más que una campaña para ocupar un puesto como funcionario, fue un montaje escénico para volver a ser relevante.

El autor es mercadólogo

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