La impresionante fotografía ambiental de James Balog y sus reflexiones sobre el impacto humano e industrial
Durante más de 35 años, la obra del fotógrafo ambientalista James Balog se ha caracterizado por enfocarse en la problemática de los efectos que produce la actividad humana sobre el medio ambiente, particularmente sobre el deshielo polar.
A primera vista, su trabajo impresiona por la belleza natural de los paisajes capturados, pero cuando observamos con atención, entendemos que estamos viendo un ecosistema venido a menos. Sus fotografías comparativas y videos time-lapse, denotan de manera sutil la escandalosa extenuación de los ecosistemas del planeta.
La obra artística de Balog le ha valido el reconocimiento por parte de revistas como National Geographic y e incluso lo hizo objeto de estudio del documental Chasing Ice, que llegó a ser considerado para los premios Oscar en el 2013.
Consciente de que su labor artística podría acompañarse con un impacto social más tangible, fundó el Earth Vision Institute y el Extreme Ice Survey, organizaciones dedicadas a crear y publicar contenidos visuales y audiovisuales que aporten información valiosa para el estudio del impacto ambiental.
Discreto y asertivo, al igual que sus fotografías, James Balog compartió en entrevista exclusiva para Poder Industrial, algunas de sus reflexiones sobre la industria, la sostenibilidad y el activismo ecológico en el marco del Congreso Ambiental Green Tijuana-San Diego Verde.
¿Qué opinas del impacto que tiene la industria en el ambiente?
JAMES BALOG: El mundo evoluciona todo el tiempo. La manera en la que nos transportamos, la forma en la que generamos calor, vida y confort, no es la misma que hace 100, 200 o 300 años. El mundo evoluciona y ahora estamos en medio de otra importante evolución.
Tengo que enfatizar que la quema de petróleo, carbón y gas natural nos ha traído tremendo confort y oportunidades. Es decir, estoy aquí gracias a que vine en un avión, así que no quiero minimizar el valor de esas tecnologías y combustibles, ya que estarán con nosotros durante un largo tiempo. Pero también es verdad que lo que sea que podamos hacer para cambiar y reducir nuestra huella de carbono, lo deberíamos de hacer. Es vital para nuestra salud y para el sustento de quienes vendrán.
Estamos en medio de una gran transición y grandes fortunas están siendo generadas por los visionarios que están pensando en cómo facilitar esas transiciones.
Parece ser que todavía hay escepticismo en cuanto al cambio climático. ¿Qué es lo que podemos hacer para impactar positivamente en nuestro ambiente?
BALOG: Las cosas que puedes hacer en tu casa parecen tan triviales en comparación con la escala de este problema, pero hay que hacerlas. Sin embargo, creo que aún más importante que el lado mecánico y de ingeniería, es alterar la forma en que pensamos sobre el cambio climático e intentar alterar la mentalidad de las personas que te rodean y hacer lo que puedas para impulsar el cambio social en la escuela, en el trabajo o en la política.
Lo importante es tomar una parte del problema a la vez, porque es un proceso que funciona paso por paso.
¿Crees que este escepticismo está presente en los gobiernos?
BALOG: Ciertamente todavía hay escépticos dentro del gobierno y, por supuesto, el gobierno no es uniforme en ningún lado, por lo que cambia según las situaciones, escalas y oportunidades.
Lo que me ha impactado es que en los Estados Unidos hay muchas más personas que entienden el problema del cambio climático y quieren ver cambio, que personas que pueden tener tomar acción e incidir a nivel nacional.
Hay gente inteligente que entiende la ciencia detrás del problema, pero hay una parálisis en el sistema político, conectado con la forma en que el dinero flota en ese sistema, aunque a nivel estatal, de las ciudades y pueblos es más fácil para la gente contactar a sus legisladores y cambiar de esa manera.
Acabo de platicar con personas que están muy activas en el gobierno del estado de California, el cual es un gobierno grande en comparación con otros gobiernos del mundo, y me dicen que es sorprendentemente fácil acercarse a los legisladores estatales, e incluso al gobernador, y tener una conversación para decir: “esto es lo que tiene que suceder”.
Creo que todos podemos ser parte de eso. Si lo puedes hacer en California lo puedes hacer en lugares como Tijuana, que es una ciudad con gran influencia. Al ser líderes y visionarios en la vanguardia de lo que sucede en Tijuana pueden ayudar a acelerar la acción en todo México.