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Segundo debate presidencial en EUA fue un vulgar espectáculo: Prensa

 

Republican U.S. presidential nominee Donald Trump speaks as Democratic U.S. presidential nominee Hillary Clinton listens during their presidential town hall debate at Washington University in St. Louis, Missouri, U.S., October 9, 2016. REUTERS/Jim Young - RTSRIMK

El segundo debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump se redujo a un desagradable, hostil y por momentos vulgar espectáculo, donde la civilidad estuvo ausente desde el primer momento de la discusión de 90 minutos, consideró hoy la prensa estadunidense.

La mayoría de los principales periódicos del país refirieron el hecho de que los dos principales candidatos presenciales no se saludaron al inicio, como ocurrió en el primer debate, pareciendo anticipar así la incesante ola de ataques, verdades a media y revires que dominaron el encuentro en St, Louis, Misuri.

The New York Times caracterizó el encuentro como un espectáculo de “ataques de personalidad, acusaciones vulgares”, con Trump a la defensiva, buscando revivir las pasadas infidelidades de Bill Clinton para “salvar su candidatura presidencial” tras revelarse sus comentarios de una década atrás sobre las mujeres.

El diario señaló que los ataques de Trump contra los Clinton, incluyendo su promesa que como presidente nombrará una fiscal especial para investigar a Clinton por su uso de un servidor privado para manejar correos oficiales como secretaria de Estado, fueron más allá de lo que se había visto hasta ahora en la campaña presidencial.

“Pero ninguna respuesta por Trump pareció suficiente para aplacar la controversia sobre sus declaraciones de 2005 (sobre su acoso sexual contra mujeres), ni tampoco confesó o reveló algo nuevo sobre la manera cómo ha tratado a las mujeres en estos años”, indicó.

Los Angeles Times caracterizó las declaraciones de 2005 como un profundo agujero de Trump del que necesitaba salir el domingo, “pero quizá fue imposible que pudiera salir de ese agujero”.

“Trump terminó el debate con la misma condición herida en la que empezó: Con republicanos temerosos sobre la trayectoria de su campaña y en algunos casos pidiéndole que abandone su candidatura”, mencionó.

El diario dijo que a diferencia del “duro” Trump que se mostró durante la contienda interna republicana, el domingo pareció perdido con el resto del electorado que necesita ganar, especialmente los de las zonas suburbanas y las mujeres.

“El requerimiento básico para Trump el domingo fue mostrar arrepentimiento por sus palabras de 2005 y mostrarle a los estadunidenses que tiene tanto la capacidad intelectual y el temperamento para ser presidente, pero no logró totalmente lo primero”, dijo al hacer notar que el republicano caracterizó esos comentarios como “plática de vestidores”.

The Washington Post, por su parte, anotó que con sus ataques contra Bill Clinton por sus infidelidades pasadas y contra Hillary Clinton por presuntamente atacar a las mujeres asociadas con estos episodios, “Trump trató de salvar así su candidatura” pasando a la ofensiva.

Recordó como a lo largo del debate, Trump interrumpió con frecuencia a Clinton, la atacó con falsedades sobre sus políticas exterior y doméstica, sobre su juicio y carácter, llamándola “mentirosa” y “diablo”, en tanto que la ex primera dama se mantuvo mesurada, y con algunos destellos de agresividad.

“Con el Partido Republicano en una crisis sin precedentes y decenas de funcionarios del partido llamado a Trump a hacerse a un lado desde que se dio a conocer el video el viernes, el aislamiento de Trump quedó evidenciado en el escenario cuando contradijo a su compañero de fórmula, Mike Pence, sobre un tema central de política exterior”, externó.

USAToday hizo notar que el ambiente frío del debate quedó asentado desde el inicio del mismo, cuando Trump y Clinton rehusaron saludarse de mano, para pasar a un intenso intercambio de acusaciones y revires.

El diario hizo notar como en su afán de colocar a Clinton a la defensiva, Trump invitó a la sala donde tuvo lugar el debate a cuatro de las mujeres que acusaron a Bill Clinton de abuso sexual, y en un momento determinado incluso amenazó a la abandera demócrata con enviarla a la cárcel, en caso de llegar a la presidencia.

“No es frecuente escuchar a un candidato presidencial amenazar con lanzar una investigación contra su oponente en un debate televisado a todo el país, de hecho resulta sin precedente”, destacó el matutino.

 

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